Usted perdone, le dijo un pez a otro, es usted más viejo y con más experiencia que yo y probablemente podrá ayudarme.
– Dígame.
– ¿Dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He estado buscándolo por todas partes, sin resultado.
-El Océano, respondió el viejo pez, es donde estás ahora mismo.
– ¿Esto? Pero si esto no es más que agua… Lo que yo busco es el Océano, replicó el joven pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar en otra parte.
Categoría: Desarrollo personal
El talento sin actitud es nada
Si preguntásemos a cualquier seleccionador qué es lo que busca en la persona que quiere incorporar a una determinada empresa u organización, probablemente su contestación se centrase en aspectos como la formación, la experiencia o el compromiso. Sin embargo, lo que suele marcar la diferencia es la actitud. No solo a la hora de ser elegido en un proceso de selección sino para conseguir desarrollar una carrera profesional exitosa. Las empresas no buscan gente con talento, buscan gente con actitud.
Eso es lo que defiende Seth Godin uno de los más reputados teóricos del marketing en la actualidad. Según él, lo que separa a los ganadores de los perdedores no es su talento, es su actitud.
El camarero, la crisis y la oportunidad
Pocos días antes del verano del año 2008 estaba con unos compañeros en una cafetería próxima al lugar de trabajo. Mientras tomábamos el café y charlábamos sobre los primeros síntomas de la nueva crisis que por aquel entonces empezaba a asomar, se nos acercó el camarero y también propietario del local. Esto va para largo, nos dijo. Olvidaros de que sea algo pasajero, durará muchos años. Una generación entera, recalcó por si no había quedado claro lo de que iba para largo. Su mensaje, poco alentador sin duda, lo acompañó de un discurso bastante sólido aunque en aquel momento esperásemos que fuese equivocado.
¿Cómo podemos poner primero lo primero?
Trabajar durante años en cuidados paliativos le permitió a la australiana Bronnie Ware mantener un contacto muy próximo con personas que sabían de la cercanía de la muerte. En aquella situación se interesó por preguntarles por las cosas que hubieran hecho diferentes en sus vidas. Sus conclusiones fueron recogidas en un libro, Los 5 principales remordimientos de los moribundos (The Top Five Regrets of the Dying), en el que contaba su experiencia y la influencia que aquella gente tuvo en su visión de la vida desde entonces. Las cinco cosas más repetidas fueron: