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Cómo es el líder

¿Cómo es el líder de los equipos de alto rendimiento?

En un reciente artículo publicado en El País, Jorge Valdano definía de la siguiente manera una de las aportaciones que Johann Cruyff dejó al fútbol: Convicción. Una idea que transmitía sin fanatismo pero sin fisuras. La valentía para desafiar nada menos que una cultura y para hacer apuestas de alto riesgo en un entorno que le tenía miedo al talento.

Reconocido como uno de los grandes líderes, tanto como jugador como entrenador, fue capaz de construir ya no un equipo de alto rendimiento sino un modelo para generarlos. Una vez más, del mundo del deporte podemos extraer grandes enseñanzas para adaptarlas e incorporarlas a la dirección de personas en nuestras organizaciones.

Se estima que tan solo entre un 6% y 8% de los equipos llegan a alcanzar los más altos niveles de exigencia. Aquellos que lo alcanzan son los considerados de alto rendimiento. Se trata de colectivos que conforman sistemas con objetivos muy vinculados a la exigencia frente a los resultados.

¿Cómo actuan los equipos de alto rendimiento?

Exigencia y resultados, dos palabras que resultan claves para entenderlos. Pero debemos sumar una tercera que, en cierta medida, marca distancia sobre aquellos equipos que no alcanzan el alto rendimiento: la excelencia. Es decir, no solo buscan la satisfacción orientada al resultado (esto sería la exigencia), sino que ponen el foco en el proceso.
Se caracterizan por ser muy dinámicos y contar con una gran capacidad para estar continuamente aprendiendo y desaprendiendo.

En entornos como el actual, el llamado VUCA (conocido por la inicial de cada una de las palabras en inglés que conforman el término), este tipo de equipos es capaz de reaccionar ante los cambios, mucho menos predecibles que antes. Frente a cada entorno actúa de la siguiente manera:

  • Volátiles: Crean una visión estimulante. No solo ven el corto plazo.
  • Inciertos: Comprenden la información clave.
  • Complejos: Priman la claridad, la sencillez y simplifican los aspectos importantes.
  • Ambiguos: se convierten en organizaciones flexibles y ágiles. Aprenden y desaprenden.

Rasgos que definen al líderflames-897428_960_720_opt

El líder juega un papel fundamental para conducir al equipo a los niveles más altos de rendimiento. Para ello busca:

  • Ser generador de una visión estimulante.
    • Aporta sentido a lo que se va a hacer.
    • Apuesta por lo que las personas pueden llegar a ser.
    • Juega el papel de visionario.
  • Conseguir la adhesión.
    • Trabaja de manera proactiva para generar la adhesión de los miembros del equipo.
    • Genera contextos creativos y estimulantes donde las personas puedan desafiarse a sí mismas.
    • Como consecuencia de todo ello, refuerza el compromiso.
  • Llevar la visión a la práctica. Talento para movilizar al talento.
    • Objetivos claramente fijados. Nos acercan a la visión previamente definida.
    • Define la estrategia, que es la herramienta para llegar a alcanzar los objetivos.
    • Por debajo de la estrategia está la táctica (acciones concretas a ejecutar).
  • Hacer seguimiento constante de la visión. Talento para dar feedback adecuadamente.
    • Encontrar el momento adecuado.
    • Escoger el canal correcto.
    • Mensajes útiles, aplicables y específicos.
    • Buscar hechos, evidencias, datos concretos. No interpretaciones.
    • Orientado al hacer no al ser (no se trata de si uno es bueno o malo, sino de hacer).
  • Conseguir resultados. Pero no a cualquier precio. La clave es la confianza.
    • El miedo no es un buen aliado para conseguirlos.
    • El líder pierde el reconocimiento moral.
    • Nos lleva tan solo al corto plazo.
    • Incapacita el talento.
    • La prisa en muchas ocasiones es una forma de miedo.
  • Movilizar al equipo.
    • Es el aspecto más emocional del liderazgo.
    • El líder adopta un papel de mentor.
    • Inspira un proceso de transformación y crecimiento de las personas del equipo durante el proceso en el que van persiguiendo las metas.
    • Y, finalmente, generan entusiasmo para encontrar sentido al proyecto que entre todos están construyendo.

Johann Cruyff cuando se tenía que describir a él mismo, solía tirar de su fina ironía.: “Soy un poco extraño. Un profesional idealista. Así es como lo debéis ver”.

 

Crédito de las fotos: ManaliBalsara / Pixabay – sbrrmk / photo on flickr /Foter

Alberto Chouza

Gestión y captación del talento, desarrollo profesional, marca personal, inteligencia emocional, coaching, responsabilidad social corporativa o deporte son algunos de los ámbitos en los que me he ido especializando. Pero no, no soy un experto. Soy un aprendiz que se hace preguntas en un entorno que cambia muy rápido.