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Cambio

Si todo cambia, ¿por qué nos resistimos a cambiar?

Cambia lo superficial,
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo

Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño

Así comienza la canción “Todo cambia” de Mercedes Sosa. Pero no es nuevo,  no es  algo que suceda ahora o en los últimos tiempos. Ya el filósofo griego Herácrito en el siglo VI a.C. dijo que nada es permanente a excepción del cambio.

Lo que sí parece es que estamos inmersos en una era en la que nos encontramos ante un incremento extraordinario de todo tipo de cambios, variados en su naturaleza, intensidad o tamaño que nos enfrentan a movimientos y turbulencias hasta ahora desconocidas. Lo refleja bien la V (de volatilidad) del ya conocido como entorno VUCA en el que nos vemos inmersos actualmente.

Pero ante este entorno tan variable, en muchas ocasiones seguimos mostrando resistencias a cambiar nosotros mismos. Para lograrlo tenemos que ser conscientes de los cambios que debemos afrontar y de las  resistencias que encontramos.

El proceso de cambio

Requiere básicamente de 7 pasos:

  • Observación
  • Toma de conciencia
  • Marcar objetivos
  • Actuar
  • Medir
  • Compromiso
  • Motivación

Para poder desarrollar todo el proceso es necesario poner en marcha un aprendizaje basado en cuatro etapas:

  1. Para estimular la autoconciencia y analizar valores para confrontar resistencias y evaluar el compromiso.
  2. Cambio: Para analizar creencias autolimitadoras y establecer las ventajas de los nuevos comportamientos.
  3. Para potenciar nuevos comportamientos, permitir y proteger las nuevas prácticas
  4. Institucionalización: Para asegurar la transferencia de conocimientos.Superando resistencias

El norteamericano Tony Robbins en su libro “Despertando al gigante interior” identifica 3 pilares fundamentales para seguir en el proceso de cambio.

  • Enfoque: crear una visión clara y atractiva de lo que se quiere, fijándose en lo positivo. Por ejemplo, negativo sería bajar peso, positivo quemar energía, sentirse con más fuerza y mejor.
  • Conseguir lo mejor: las mejores herramientas, el mejor mapa de ruta, la estrategia más adecuada.
  • Resolver los conflictos internos: que es lo importante hoy, no dejarse influenciar por el pasado ni por condicionantes familiares ni de amigos.

Y para plantear bien los objetivos de cambio debemos tener en cuenta:

  • No es suficiente con tener sueños o esperanzas, porque no son objetivos, no motivan ni dirigen nuestra conducta.
  • Los objetivos deben concretar lo que queremos conseguir, de forma medible y deben ser motivadores.
  • Deben ser objetivos que nos comprometan.
  • Lo más importante de un objetivo para lograr el cambio es que sea propio.

Superar las resistencias

Una resistencia es todo tipo de barrera, obstáculo (creencia, emoción, sentimiento) consciente o inconsciente que no nos deja avanzar en el proceso de cambio. La resistencia al cambio es una defensa contra los miedos, la ansiedad o el dolor que aceptar el cambio puede suponer. Puede ser consciente o inconsciente.

Pueden ser:

  • Estructurales. Hacen referencia a cambios que vienen desde fuera (cambio de carrera, de asignaturas, de profesores, de compañeros).
  • Personales. Se refieren a los 3 impulsores del cambio: querer, poder y saber.

Los factores que suelen ocasionar resistencia son principalmente:

  • Miedo a lo desconocido.
  • Falta de información.
  • Miedo al fracaso.
  • Miedo a decepcionar a otros.
  • Miedo al qué dirán, miedo a ser incapaz de aprender o hacer.
  • Pereza, “más vale malo conocido…”

En ocasiones aparece también la ausencia de un propósito genuino que nos lleve a cambiar. Para superarla debemos tener presente:

  • No lo hagas simplemente por hacerlo, hazlo porque crees en ese cambio.
  • Haz lo que sea importante, no confundas movimiento con avance.
  • No confundas actividad con los resultados.
  • La ansiedad. Acepta que existe y podrás manejarla.
  • El temor y desconfianza hacia los demás y uno mismo. Que no te bloqueen.
  • Ausencia de habilidades: date tiempo para practicarlas y aprenderlas.
  • Habla claro contigo mismo y con los demás. No te engañes a ti mismo ni a los demás.

Por si no había quedado del todo claro que todo cambia… finalizo con la última estrofa y el estribillo de la canción interpretada por Mercedes Sosa.

Lo que cambió ayer
tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana

Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia

Crédito de las fotos: Geralt / Berkemeyer / Pixabay

Alberto Chouza

Gestión y captación del talento, desarrollo profesional, marca personal, inteligencia emocional, coaching, responsabilidad social corporativa o deporte son algunos de los ámbitos en los que me he ido especializando. Pero no, no soy un experto. Soy un aprendiz que se hace preguntas en un entorno que cambia muy rápido.

2 comentarios en “Si todo cambia, ¿por qué nos resistimos a cambiar?”

  1. Es cierto todo cambia, el universo es un elemento en continuo cambio, pero no se por que , quizás por que la naturaleza es muy sabia, el cambio siempre se hace con orden «natural» y los humanos somos parte de este universo cambiante, no tan sabios como el ,por supuesto.Por lo que necesitamos de directrices claras y de un orden establecido e inalterable para que»naturalmente», se produzca y se acepte el cambio como algo normal.
    Un armario tiene dos puertas, una esta mas o menos ordenada y la otra totalmente desordenada.
    Nos decimos, vamos a hacer un cambio y ordenar el armario para que todo sea mas fácil y funcione mejor, pero siempre re ordenamos la parte ordenada y nunca nos metemos a fondo con la parte que a primera vista parece imposible. Resultado final «el armario sigue desordenado».Por cierto me encanta Mercedes Sosa y esta canción. ¡Feliz Navidad !

    1. Gracias por tus interesantes reflexiones Ana.
      Feliz Navidad para ti también.

Los comentarios están cerrados.