Los continuos avances tecnológicos están impactando en el mundo laboral. Y con ello surgen nuevos sistemas organizativos, cambian las formas de relacionarse y, en cierta medida, hasta la manera en la que entendíamos el trabajo parece estar transformándose.
En el modelo industrial que ha estado presente durante décadas, el trabajo se asociaba con un espacio físico y temporal que compartías con otras personas. Ahora algunos aspectos de esta idea empiezan a tambalearse. Y según parece en el futuro todavía se cuestionarán más.
No hace mucho en una conversación informal entre colegas, una de las personas presentes sentenció: el trabajo ya casi no es un lugar físico, es un estado mental. Bueno, bueno,… Le cuestionamos su afirmación. Al menos en nuestro entorno. Solo hace falta recordar las altas tasas de presentismo que todavía tenemos por aquí.
Últimos datos sobre el impacto del teletrabajo
Se acaba de publicar un estudio realizado por la OIT y Eurofound en el que se analiza el impacto del teletrabajo en 15 países. Dos datos muy reveladores sobre su situación en España:
- El 6,7% de los trabajadores ejerce el teletrabajo, muy por debajo de la media de la Unión Europea (UE).
- Solo el 13% de las empresas ofrece a sus trabajadores esta posibilidad.
En la UE alrededor de un 17% de los trabajadores realiza el teletrabajo o trabajo móvil. Como no, los países escandinavos ocupan los primeros lugares en este ranking.
Los datos parecen reforzar una realidad muy arraigada en nuestra cultura laboral: niveles elevados de trabajo presencial. Además otra de las claves que limita el desarrollo del teletrabajo, y consecuentemente limita las posibilidades de conciliación, es que sigue teniendo poco peso el trabajo por objetivos.
El informe distingue entre dos situaciones diferentes:
- Las personas que trabajan desde casa, y ven favorecido su equilibrio entre la vida laboral y familiar.
- Los que define como trabajadores «muy móviles». Son aquellos que emplean los nuevos medios de comunicación para trabajar a distancia desde diferentes lugares. En este caso parecen estar más expuestos a las consecuencias negativas en su salud y bienestar.
Ventajas e inconvenientes
El teletrabajo puede ofrecer a primera vista muchas ventajas (para el empleado y para la empresa), pero también tiene sus inconvenientes. Según los trabajadores que han participado en el estudio las principales ventajas son:
- Reducción del tiempo de desplazamiento.
- Mayor autonomía.
- Mayor equilibrio entre la vida personal y profesional.
En el caso de las empresas, éstas han destacado como ventajas:
- Reducción del espacio necesario de trabajo.
- Mayor motivación del personal.
- Más productividad y eficiencia.
Pero no todo son aspectos favorables, el informe pone encima de la mesa datos para la reflexión:
- Tendencia a inducir una prolongación de la jornada laboral, a crear una superposición entre el trabajo remunerado y la vida privada y a que esto conlleve una intensificación del trabajo.
- El 41% de los empleados muy móviles dan muestra de niveles altos de estrés, comparados con el 25% de quienes trabajan en la oficina a tiempo completo.
- El 42% de los trabajadores muy móviles declaran que se despiertan varias veces por la noche, mientras que esto solo le ocurre al 29% de los empleados que trabajan en la oficina.
Clave: encontrar el equilibrio adecuado
Los autores del informe resaltan las ventajas del teletrabajo a tiempo parcial que permite, entre otras cosas, mantener algo muy importante como es el contacto con los compañeros. Y dan una cifra: el equilibrio ideal parece ser de 2 a 3 días de trabajo en casa.
Las conclusiones del estudio ponen cifras y datos a ventajas e inconvenientes. Como siempre, detractores y defensores las interpretarán a su gusto reforzando aquellos aspectos que más le interesen para defender su posición. La clave probablemente esté en conseguir ese equilibrio y, como suele ocurrir, en no generalizar y, en la medida de lo posible, analizar la casuística concreta de cada situación (trabajador y empresa).
Para finalizar, creo que debemos tener presente también un aspecto que en este mundo cada vez más conectado por las nuevas tecnologías yo diría va más allá del ámbito laboral: el derecho a la desconexión.
Francia y Alemania ya han dado pasos en este sentido. El desarrollo legislativo irá marcando el terreno en esta materia, pero algunas empresas han ido adoptando medidas. Como ha hecho Orange en Francia al solicitar a sus empleados prever un tiempo de no uso de su correo electrónico. O el caso de Volkswagen en Alemania. A una parte de su plantilla, desde el año 2011, les bloquea al acceso a su correo electrónico en su teléfono móvil entre las 18:15 hs y las 07:00 hs.
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