Habitualmente consideramos los conflictos como una amenaza que pone en peligro nuestras relaciones o los objetivos que perseguimos. Pero también pueden servirnos para explorar nuevos puntos de vista, descubrir necesidades importantes que no estábamos contemplando e incluso mejorar las relaciones.
El proceso que seguimos para gestionar los conflictos es tan importante como su solución. Si no se dan los pasos adecuados podemos deteriorar todavía más las relaciones, ya que en ese momento abundan las emociones y sentimientos negativos, como frustración, resentimiento, enfado y odio. Y como consecuencia nuestra autoestima y equilibrio emocional se resienten. Leer más